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El fútbol es un deporte que mueve millones de euros en toda Europa y parte del extranjero, que levanta pasiones y conquista cantidad de corazones. Probablemente se desconozca el motivo, pero el sentimiento de pertenencia que genera entre la afición a un equipo y el ritual alrededor de cada partido hacen que sus fans sean más fieles que en ningún otro deporte conocido.

Por esto mismo, los jugadores son auténticas estrellas. Se trata de chicos generalmente jóvenes (lógicamente, el deporte de élite tiene una edad de jubilación temprana), con un cuerpo de lo más atlético, cuentas bancarias engrosadas y un incomparable éxito.

El resto de los mortales se pirran por ellos y quien no desea ser como su ídolo, querría casarse con él. A menudo protagonizan portadas sin camiseta en las revistas o seductores anuncios de perfumes masculinos que parten corazones en todas partes.

Pero ser un buen jugador no lo es todo y a veces la naturaleza no es tan generosa. Hay cientos de listas con los jugadores más guapos, sexys o atractivos del mundo, pero, ¿te has parado a pensar en los que son menos agraciados? Bajamos al mundo real y a poner los pies en el suelo para mostrarte la lista con los más feos de la historia. 

¿Cuáles son los jugadores de fútbol más feos de la historia?

Hay cantidad de jugadores de fútbol que lo tienen todo, que son muy famosos y que ostentan grandes fortunas. Otros juegan en clubes más pequeños y son más desconocidos, pero también levantan pasiones entre la afición local y rompen más de un corazón a su paso.

Sin embargo, tanto los más reconocidos como los más modestos, son en algunas ocasiones poco atractivos. La naturaleza no mezcla el talento con la belleza de una forma totalmente matemática, así que no nos queremos dejar cegar por los focos.

Aquí te vamos a mostrar una lista con los futbolistas que son menos agraciados en la historia, algunos muy reconocidos y otros menos, pero todos los dan una dosis de realidad: que esto es muy subjetivo, y que ser un crack con la pelota no te hace más guapo.

1. Franck Ribery

Nos encontramos con un caso que demuestra que la belleza no lo es todo y, en realidad, una historia de superación. Este jugador sufrió un accidente con 2 años de edad realmente serio, que casi le cuesta la vida. Dejó secuelas físicas en él que fueron objeto de burlas a lo largo de su vida y de su carrera, de hecho, fue conocido con el sobrenombre de Scarface cuando jugaba en el Bayern. Desde luego nunca será portada de las listas de los jugadores más atractivos, pero su experiencia lo hizo más fuerte y lo convirtió en un hombre decidido.

2. Ángel Di María

Nos vamos a un jugador que sonará a cantidad de aficionados, pues se trata del español Ángel Di María. Su físico parece que fue toda una lacra en su carrera, y eso que el fútbol no debe tener relación directa con la belleza de cada uno. En la Premier se hizo una votación en la que participaron casi 300 mujeres y en la que salió seleccionado como el jugador más feo del momento. Sumado a esto, el entrenador Carles Rexach dijo públicamente que lo vendió cuando pertenecía al Real Madrid únicamente por su físico.

3. Sulley Muntari

Fuera de nuestras fronteras también encontramos casos en los que el aspecto de los jugadores se convierte en la comidilla de todos. Uno de ellos es Sulley Muntari, un futbolista profesional del Ittihad FC. Es considerado por la afición como uno de los más feos porque tiene la mayor parte de sus rasgos faciales en el centro del rostro. Esto se toma como poco estético y falto de simetría.

4. Nobby Stiles

Nobby Stiles fue un futbolista inglés que jugó tanto en el Manchester como en la selección inglesa, en esta última durante 5 años consecutivos. Toda una estrella, un ídolo sin precedentes y uno de los jugadores más recordados en este país. La curiosidad que lo trae hasta esta lista es que comenzó a jugar sin su prótesis dental, algo que dejaba a la luz la parte delantera de su boca sin dientes. Se empezó a denominar como “el desdentado de Manchester” y se consideró uno de los jugadores más feos.

5. Carlos Valderrama

Carlos Valderrama es un futbolista colombiano, conocido popularmente “El Pibe” Valderrama. Se trata de un centrocampista con una carrera de lo más satisfactoria que hoy en día, pese a estar retraso del circuito, sigue trabajando en el ámbito del fútbol como comentarista especializado en la radio. Su imagen es totalmente inolvidable, principalmente por su exótico pelo amarillo y rizado en combinación con sus rasgos.

6. Carlos Tévez

El evidente que el talento para jugar al fútbol no se puede comprar, tampoco el ánimo para entrenar duro o la inteligencia para gestionar una carrera en un deporte de élite. Sin embargo, cuando prosperas, hay cuestiones como el físico que sí se pueden modificar con el dinero suficiente y si lo deseas. Es el caso de Carlos Tévez, un conocido jugador argentino al que apodaron “Apache” y que había caído en una jarra de agua caliente con solo 10 meses de edad, algo que dejó marcas en su piel. La realidad es que se le ofreció someterse a una cirugía para retirarlas, pero él decidió no hacerlo para conservar su identidad, sin importar que a algunos les parezca más o menos bello.

7. Gervinho

Gervinho es un jugador del Roma, y lo cierto es que en Italia el culto al cuerpo o a la estética son aspectos que están a la orden del día. Por eso mismo, cuando alguien no toma buenas decisiones en este ámbito, termina por convertirse en objeto de críticas o burlas. Es lo que ocurre con este futbolista profesional que ha optado por combinar su calva reluciente con unas trenzas largas en las zonas en las que aún conserva su pelo, una determinación arriesgada.

8. Jairo Patiño

Jairo Patiño es otro de los futbolistas que hicieron historia en su momento, pues fue muy reconocido en su trayectoria como mediocampista y más adelante dirigió al Real Cartagena en la segunda división de Colombia. Sin embargo, nunca fue conocido por su atractivo personal. A este hombre lo llamaban “el viejo” desde que era un niño porque sus rasgos parecían precisamente envejecidos. Con todo, no parece que estuviera especialmente acomplejado.